Por: Omar Romero
Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia (2002-2010), ha sido una figura central en la historia política reciente del país, un hombre con fuertes lazos con el paramilitarismo y el crimen organizado segun testimonios. En los documentos desclasificados por la Agencia de Inteligencia de EE. UU. (CIA y DEA), Uribe aparece señalado como el “narcotraficante número 82” en una lista de personas vinculadas con el Cartel de Medellín en los años 80. Sin embargo, hasta la fecha, no ha sido procesado judicialmente por estos señalamientos.
Iván Cepeda y el Caso de los Testigos Falsos
El senador Iván Cepeda ha sido uno de los mayores opositores de Uribe, denunciando sus vínculos con el paramilitarismo. En 2018, Cepeda presentó pruebas ante la Corte Suprema de Justicia sobre testimonios de exparamilitares que señalaban a Uribe como creador del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En respuesta, Uribe lo demandó, acusándolo de manipular testigos para incriminarlo.
El giro inesperado en este caso ocurrió cuando la Corte Suprema descubrió que, en realidad, había sido Uribe quien, a través de su abogado Diego Cadena, había intentado sobornar y presionar testigos para que cambiaran sus declaraciones en contra de Cepeda. Esto llevó a que, por primera vez en la historia de Colombia, un expresidente enfrentara un proceso penal por manipulación de testigos y fraude procesal.
El Paramilitarismo y la Elección Presidencial de 2002
Exparamilitares como Carlos Enrique Vélez han declarado que Uribe no sólo fue el beneficiario político del paramilitarismo, sino que su presidencia se construyó sobre una campaña de terror. Según testimonios, en 2002, las AUC aseguraron cerca de 2,5 millones de votos a Uribe mediante amenazas, desplazamientos forzados y asesinatos de quienes no apoyaban su candidatura, igual paso con su segunda reelecion,el famoso caso de la yidis política.
El testimonio de Vélez es clave, pues detalla cómo los paramilitares operaban con el apoyo de sectores militares y políticos, organizando ejecuciones extrajudiciales (conocidas como «falsos positivos») y pactando con políticos para consolidar el poder de Uribe y su partido Centro Democrático.
El Juicio y la Impunidad
Pese a la gravedad de los cargos, el proceso judicial contra Uribe se ha reducido a una sola acusación menor: soborno y fraude procesal. Mientras tanto, las denuncias por paramilitarismo, narcotráfico y violaciones a los derechos humanos siguen sin avanzar.
¿Por qué?
Poder Judicial cooptado: A lo largo de su carrera, Uribe ha logrado construir una red sistemática de jueces, fiscales y políticos que lo protegen.
Amenazas y asesinatos: Muchos testigos han sido silenciados. Carlos Enrique Vélez ha sufrido varios atentados en prisión y su familia ha recibido amenazas. Otros testigos clave han sido asesinados antes de declarar.
Presión internacional insuficiente: Aunque organismos como la Corte Penal Internacional (CPI) han sido mencionados como posibles interventores, la justicia internacional aún no ha actuado de manera decisiva.
Uribe, el Hombre de la Guerra.
Exparamilitares han descrito a Uribe como «un comandante integral», alguien que no dispara un arma, pero que ha dirigido la guerra desde las sombras. Lo ven como la figura central del paramilitarismo, un hombre que «no ha soltado el fusil que lleva en la mente».
Su oposición radical a los acuerdos de paz con las FARC y el ELN refuerza esta imagen. Según testimonios, si de él dependiera, eliminaría físicamente a los excombatientes que intentan reintegrarse a la sociedad. En este contexto, se teme que, mientras Uribe tenga poder, cualquier proceso de paz en Colombia estará en riesgo.
¿Habrá Justicia?
El caso contra Uribe es un reflejo de la lucha entre dos Colombias: una que busca la verdad y la justicia, y otra que sigue atrapada en el miedo y la violencia. El juicio actual podría quedar en la impunidad si la justicia no actúa con independencia.
La grandes pregunta sigue en el aire: ¿Colombia será capaz de juzgar a uno de sus líderes más poderosos o se repetirá con otra generación de impunidad y violencia?
¿Que pasara con los demas delitos que señalan los paramilitares y los documentos desclasificados de la CIA y de la DEA?