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La 97ª edición de los premios Oscar dejó a su paso una mezcla de sorpresas, confirmaciones y momentos emotivos. La película Wicked, que llegó con 10 nominaciones, solo logró dos estatuillas, una de ellas histórica: Paul Tazewell se convirtió en el primer afroamericano en ganar el premio al mejor diseño de vestuario. Por otro lado, Demi Moore, quien era una de las favoritas tras su triunfo en los Globos de Oro y el Sindicato de Actores, se quedó sin el premio a mejor actriz, dejando a muchos con la expectativa insatisfecha.
El brillo de la noche lo tuvo Anora, la película del neoyorquino Sean Baker, que se alzó con cinco premios, incluyendo mejor película, mejor director y mejor actriz para Mikey Madison. La cinta, que narra la historia de una joven prostituta de Brooklyn que vive un cuento de hadas moderno, cautivó a la crítica y al público por igual. Baker aprovechó su discurso para hacer un llamado a apoyar las salas de cine, mientras que Madison agradeció a la comunidad de trabajadores sexuales, quienes inspiraron su personaje.
Zoe Saldaña fue otra de las grandes protagonistas de la noche. La actriz, conocida por sus papeles en grandes producciones de Hollywood, consiguió su primer Oscar como mejor actriz de reparto por *Emilia Pérez*. En un emotivo discurso, Saldaña destacó sus raíces dominicanas y dedicó el premio a sus padres, quienes estuvieron presentes en el teatro Dolby. Su triunfo no solo fue personal, sino también histórico, al convertirse en la primera dominicana en ganar un Oscar.
Adrien Brody también tuvo su momento de gloria al llevarse el premio a mejor actor por su papel en The Brutalist, una película que también ganó en las categorías de cinematografía y música original. Brody, quien ya había ganado un Oscar en 2003 por El pianista, interpretó a un arquitecto superviviente del Holocausto que reconstruye su vida en Estados Unidos. Su actuación fue aclamada por la crítica y consolidó su lugar entre los grandes del cine.
La noche cerró con momentos emotivos, como el homenaje que Morgan Freeman rindió al fallecido Gene Hackman, y la presencia de los bomberos que combatieron los incendios forestales en Los Ángeles. El comediante Conan O’Brien condujo la gala con humor y elegancia, mientras que las interpretaciones de Ariana Grande y Cynthia Erivo rindieron tributo a la ciudad anfitriona. Sin duda, los Oscar 2025 dejaron una marca imborrable en la historia del cine.
