lunes, abril 7, 2025
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    La menstruación NO es un problema; difundir ignorancia SÍ

    Por: Lina Joya del Castillo

    El 52 % de la población en Colombia vive un ciclo menstrual que inicia en su etapa de pubertad. Nacieron mujeres en su sexo biológico y por ende, menstrúan. No es una condición, enfermedad, mucho menos es una limitación biológica, como algunas personas -incluso de la vida pública- se atreven a afirmar desde su ignorancia.

    Un hecho colateral de la menstruación es la Endometriosis y entre sus síntomas los cólicos son solo una cotidianidad pues hay: fuertes hemorragias, fatiga, infertilidad, náuseas y problemas gastrointestinales, entre otros, además de afectaciones a la salud mental de las mujeres.

    Lastimosamente, en pleno siglo XXI, los estigmas y tabúes frente a este tema siguen predominando y aunque hay avances científicos, no hay educación frente al tema, perpetuando la desinformación. Lo contradictorio es que la desinformación provenga de medios de comunicación y mal llamados “líderes de opinión”. Aunque si vamos a la exactitud, varios programas que están al aire si son pura doxa indiscriminada sobre los temas diarios de coyuntura.

    La semana pasada, desperté a informarme y accedí a un medio de comunicación con el que discuto en voz alta cada vez que lo escucho, pero reconozco que tienen datos actualizados y me sirve para profundizar después con mis propias fuentes… Volviendo al tema, este es el fragmento que suscita este escrito:

    Al finalizar la nota referente al artículo 18 de la Reforma Laboral (15:38-18:05), sentí gran malestar pero no fue por ningún síntoma menstrual, fue más bien un malestar que me revolvió el estómago y el cerebro pero a la vez me permitió agradecer a la vida no haber tenido que trabajar nunca para un medio como este, ya que también me pregunté por la opinión de las demás mujeres de la mesa frente a la información que presentó el conductor del programa.

    Esto último también porque, en su intención de desmeritar y encontrar la parte negativa del artículo, incluso Morales intentó usar una intervención de Katherine Juvinao a favor de sus argumentos. La congresista se refería a la generalidad de las enfermedades, no particularmente a la Endometriosis,y al notarlo el periodista corrigió rápidamente retomado la declaración de la Ministra del Trabajo, Gloria Ramírez.

    Cuando Néstor Morales, uno de los periodistas -hombres- más escuchados de la radio colombiana se refiere a: “mujeres que sufren problemas de menstruación” está dejando por fuera una batalla médico-jurídica que lleva décadas: se trata del reconocimiento de la endometriosis como un efecto colateral que vive 1 de cada 10 mujeres en el mundo y que en Colombia serían aproximadamente 5,87.000 mujeres (algo similar a la cantidad de habitantes que viven en Medellín y Cali juntas).

    El debate legislativo

    Desde 20XX existe la Ley Endometriosis Colombia que protege a las mujeres que padecen esta enfermedad. Según lo establecido, “quien padezca endometriosis podrá concertar con el empleador un horario flexible de trabajo”. Después de una gran lucha médico-jurìdica esta ley fue posible y es indispensable para promover la educación en salud menstrual desde una perspectiva integral y con enfoque de género. 

    En la actual Reforma Laboral del gobierno del cambio, el artículo 18 recientemente aprobado, establece que se permite “conceder al trabajador y trabajadora, las licencias necesarias para casos puntuales” por ejemplo en caso de atender citas médicas o judiciales y para mujeres con diagnósticos menstruales incapacitantes -además de pacientes de otras enfermedades-.

    Afirmar que una mujer tiene “problemas de menstruación” no es solo reforzar el tabú de que la menstruación per se es un problema y que las mujeres cargamos con este “inconveniente” durante la mayoría de nuestras vidas, sino que también invisibiliza las verdaderas necesidades de las mujeres que experimentan dolor menstrual severo o síntomas incapacitantes.

    «Es fundamental aclarar que, si bien la menstruación es natural, el dolor menstrual intenso o incapacitante no lo es. Este puede ser un síntoma de condiciones como la endometriosis o los trastornos hormonales, los cuales deben ser atendidos con urgencia por especialistas. Minimizar el sufrimiento físico y emocional que experimentan muchas mujeres perpetúa la desigualdad y el desconocimiento sobre la salud menstrual” enunció la Asociación Colombiana de Endometriosis en un comunicado oficial.

    Esta disposición legal busca apoyar a las trabajadoras que, debido a los síntomas debilitantes de la endometriosis, necesitan adaptaciones en su jornada laboral. Igualmente, se protege a la población estudiantil, permitiéndoles ausentarse de su horario escolar por causa de la enfermedad sin que esto afecte su rendimiento académico o su continuidad educativa.

    Como menciona Morales, la medida sí podría cambiar la opinión de los departamentos de recursos humanos a la hora de contratar una mujer, sin embargo, así mismo y ya que se prevén estos inconvenientes, se deben proteger a las mujeres para que esto no ocurra. 

    Hacer un seguimiento a este artículo y Ley se hace más sencillo ya que son contadas las mujeres que tienen un diagnóstico establecido de endometriosis en Colombia, esto ante tanto desconocimiento de esta condición como bien lo deja ver Morales al decir que: 

    tendrían autorizados dos o tres días cada mes cuando tienen la menstruación (…) es para las mujeres que tengan endometriosis, pero no necesariamente; si no hay fórmula médica, cualquier mujer podría decir tengo endometriosis y ese es el riesgo, que se abuse de esas citas médicas sin necesidad de un certificado médico”.

    Ante su ignorancia, al señor Néstor y a quienes no lo saben, les recordamos:

    • No solo en los días del periodo se manifiestan los síntomas de la endometriosis, nuevamente este NO es un “problema de menstruación”. 
    • Tener autorización remunerada no necesariamente significa que las mujeres no van a trabajar estos días, sino que podrían hacerlo desde casa.
    • Las especulaciones que hace al decir que “cualquier mujer podría decir `tengo endometriosis’” nuevamente aumenta el tabú frente al tema en general.
    • Es imposible que una mujer sienta endometriosis de un día a otro, tampoco se contagia, sino que es un diagnóstico que toma años en la mayoría de los casos.
    • El reto no es solo legislativo, para mujeres o empresas, la comunidad médica requiere también esfuerzos para que se avance en diagnósticos más eficientes y eficaces.
    • Teniendo en cuenta el sistema de salud colombiano, seguramente las citas médicas tendrán mínimo un mes entre una y otra, permitiendo que haya un flujo de trabajo normal entre las trabajadoras que viven con este diagnóstico.
    • En toda ley hay riesgo y aunque está bien su sentido crítico, ante una temática tan delicada como la endometriosis, se debe apoyar antes que juzgar, pues aun en su familia, podría hacer un diagnóstico en caso de que haya más de 10 mujeres entre primas, tías, cuñadas….
    • Un cúmulo de citas médicas asociadas a un diagnóstico en proceso, seguramente tendrán relación entre una y otra, lo que se recoge en el historial médico y permitiría validar a las mujeres que asistan a estas citas, con todo su derecho en la ley.

    Avanzando lento pero seguro

    Antes de ver el “pero” debe pesar más el avance: la implementación de la Ley es crucial para promover la educación en salud menstrual desde una perspectiva integral y con enfoque de género. Como en otros ámbitos, vamos paulatinamente conquistando espacios y más derechos, ahora el reto: las mujeres deben tener acceso a la información necesaria para identificar cuándo sus síntomas no son normales y saber que es vital acudir a un especialista cuando estos impactan negativamente su calidad de vida.

    Adicionalmente, poner en papel temas tan influyentes en la calidad de vida de la población activa, como es la Endometriosis, también permite tener en cuenta otras áreas en las que se ven afectadas y ya que varios actores del sistema laboral ven el tema en números y costos, dejamos algunos a considerar:

    • La endometriosis conlleva gastos directos para las mujeres como: consultas médicas, cirugías (laparoscopia), tratamientos farmacológicos y terapias que no están contempladas todos en el sistema de salud.
    • Existen otros costos indirectos como la pérdida de productividad. Sin embargo, con una ley como la existente y el artículo en la Reforma Laboral, se espera que pueda mejorar la calidad de vida y por ende, la productividad de una mujer que se siente valorada dentro de su organización.

    Por otro lado, en cuanto al periodismo, pocas mujeres son anchor o conductoras de programas radiales en Colombia. Por ejemplo, de los magazines matutinos, que son los más escuchados en promedio, ninguno es conducido por una mujere, no obstante este espacio nos lo hemos ganado y lo iremos conquistando aún más como género dentro del espectro electromagnético.

    Más allá del género, los periodistas tenemos un código ético a la hora de presentar la información; una normativa que aprendemos en la academia o en el oficio y que cada vez está más olvidado.

    Aunque Néstor Morales hizo semejante afirmación en horas tempranas de la mañana, esperamos que dentro y fuera del periodismo las palabras se usen como son, porque sobretodo la comunidad científica busca que sus avances sean comunicados de la manera correcta y no como se le antoja enfatizar a cualquier periodista solo porque dirige un programa.

    No quisiera nunca que la radio, el canal comunicación con más alcance y al que están expuestos mis sobrinos y futuros hijos por ejemplo en su ruta, impulse a que alguna vez llegasen a juzgar a sus compañeras de colegio por el hecho de nacer mujeres y que le atribuyeran “problemas” a su existir por estar en una etapa de desarrollo. Las palabras tienen poder y no pueden estar al servicio de aumentar la ignorancia a través de ellas.

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