- El 28 de septiembre de 1871, Brasil dio un paso importante hacia la abolición de la esclavitud con la promulgación de la Ley de Libertad de Vientre. Esta ley, aunque pionera, dejó mucho que desear en términos de justicia y equidad.
La Ley de Libertad de Vientre, también conocida como Lei do Ventre Livre, estipulaba que los hijos e hijas de mujeres esclavizadas nacidos a partir de esa fecha serían libres. Sin embargo, esta libertad era más teórica que práctica, ya que estos niños y niñas permanecían bajo el control de sus esclavistas hasta alcanzar la mayoría de edad. Esta medida, aunque insuficiente, fue un primer paso hacia la abolición total de la esclavización en 1888 con la Ley Áurea.
¿Por qué una ley que prometía tanto resultó ser tan limitada en su impacto? La respuesta radica en la resistencia de las élites terratenientes y en la estructura profundamente arraigada del sistema esclavista brasileño. Los grandes cafetaleros de São Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, quienes dependían de la mano de obra esclavizada, se opusieron ferozmente a cualquier cambio que amenazara su poder económico. La ley, por tanto, fue una concesión mínima que buscaba apaciguar las crecientes presiones internas y externas sin alterar significativamente el statu quo.
A pesar de sus limitaciones, la Ley de Libertad de Vientre marcó un hito en la lucha del pueblo negro por la justicia racial. Fue la primera vez que el Estado brasileño reconoció, aunque de manera tímida, los derechos de las personas esclavizadas y sus descendientes. Este reconocimiento, sentó las bases para futuras reivindicaciones y luchas por la igualdad. La ley también evidenció la hipocresía de un sistema que proclamaba la libertad mientras mantenía a millones de personas en condiciones de servidumbre esclavizada.
Esta ley generó un cambio en la percepción social y legal de la esclavización. Las y los hijos de mujeres esclavizadas comenzaron a ser vistos como individuos con derechos, aunque estos derechos fueran limitados y sistemáticamente ignorados. Este cambio de percepción fue crucial para el movimiento abolicionista, que ganó fuerza en las décadas siguientes.
En última instancia, la Ley de Libertad de Vientre fue un paso necesario pero insuficiente hacia la justicia racial en Brasil. Fue una medida que reflejó tanto los avances como las limitaciones de su tiempo. La lucha del pueblo negro por la justicia y la igualdad no terminó con esta ley; al contrario, apenas comenzaba y aún persiste. La abolición total de la esclavización en 1888 fue el resultado de décadas de resistencia y lucha, y la Ley de Libertad de Vientre fue uno de los muchos hitos en este largo camino hacia la libertad.
El racismo estructural persiste, así que la lucha por la justicia racial sigue en pie, más fuerte que nunca.