Medidas arancelarias al acero y aluminio es un ataque más en medio de la actual guerra comercial provocada desde Washington
En un contexto mundial marcado por tensiones comerciales y proteccionismo, más de 200 empresas colombianas podrían verse seriamente afectadas por la imposición de aranceles del 25% al acero y aluminio decretada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Según un informe de la Cámara de Comercio Colombo-Americana, 237 compañías colombianas exportan estos productos al mercado norteamericano, un sector que ya enfrenta desafíos significativos debido a la desaceleración económica global y las medidas proteccionistas.
En 2024, las exportaciones colombianas de hierro y acero a Estados Unidos alcanzaron los 82,2 millones de dólares, lo que representó una disminución del 2% respecto a los 83,7 millones registrados en 2023. Por su parte, las ventas de aluminio cayeron un 7%, pasando de 699 millones de dólares en 2023 a 649,7 millones en 2024. Entre los productos más afectados se encuentran puertas, ventanas y marcos de aluminio, que representaron exportaciones por 566,8 millones de dólares, y codos, curvas y manguitos de hierro o acero, con 50,5 millones de dólares.
Estos datos, proporcionados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), reflejan una tendencia preocupante para un sector que emplea a miles de trabajadores colombianos. La imposición de aranceles, que entrará en vigor el 12 de marzo de 2025, podría agravar esta situación, limitando aún más el acceso al mercado estadounidense y afectando la competitividad de las empresas locales.
La medida de Trump se enmarca en una guerra comercial global que ha intensificado las tensiones entre las principales economías del mundo. Desde 2018, Estados Unidos ha implementado una serie de aranceles a productos provenientes de China, la Unión Europea y otros países, con el argumento de proteger su industria nacional y reducir el déficit comercial. Sin embargo, estas políticas han generado represalias y un clima de incertidumbre en los mercados internacionales.
La imposición de aranceles al acero y aluminio no solo afecta a las empresas exportadoras, sino también a los trabajadores colombianos, muchos de los cuales dependen de estos sectores para su sustento.