Hernán Camacho
Hoy, 4 de febrero de 2025, Venezuela conmemora el Día de la Dignidad Nacional, una fecha que marca el 33º aniversario de la rebelión militar encabezada por el comandante Hugo Chávez Frías, un acto heroico que sembró las semillas de la Revolución Bolivariana. Este levantamiento no solo alteró el rumbo político del vecino país, sino que despertó la conciencia de un pueblo que cumplen tres décadas de cambio.
La histórica frase «Por ahora», pronunciada por Chávez al asumir la responsabilidad de la insurrección, se convirtió en un grito de resistencia, una promesa de lucha y esperanza que, hoy, resuena más fuerte que nunca en los corazones de millones de venezolanos. Aquellas palabras, que al principio parecían efímeras, hoy son un símbolo de la firmeza del pueblo ante la adversidad, un recordatorio del compromiso inquebrantable con la justicia social, la soberanía nacional y el derecho a decidir nuestro propio destino.
Día de la Dignidad Bolivariana ✊🇻🇪
Para nosotros siempre es 4 de Febrero pic.twitter.com/ZY8wxBi6mF
— RicardoInternista (@RicardoInterni1) February 4, 2025
El 4 de febrero de 1992, un grupo de militares patriotas, al mando del teniente coronel Hugo Chávez, se levantó contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, un régimen que, bajo el yugo de las políticas neoliberales, había sumido al pueblo venezolano en una profunda crisis económica y social. Aunque la rebelión no logró sus objetivos inmediatos, fue el primer golpe de un proceso histórico que, con el paso de los años, llevaría a Chávez a la presidencia en 1999 y al nacimiento de la República Bolivariana de Venezuela, un país decidido a construir su propio futuro, sin depender de las potencias extranjeras ni de las élites corruptas.
Desde aquel día, el 4 de febrero se ha consolidado como una fecha de unidad y resistencia, una fiesta nacional celebrada con gran fervor por el pueblo venezolano. Aun antes de la partida física del comandante Chávez en 2013, el 4F adquirió un significado mucho más profundo: es el símbolo de la lucha por la dignidad, la independencia y la justicia social. Es un recordatorio de que la revolución no fue un momento, sino un proceso que continúa en pie de lucha, en defensa de los derechos del pueblo y de la soberanía de la nación.
En homenaje a este hecho histórico, se encuentra el Museo del 4 de Febrero, un espacio dedicado a preservar la memoria de esa gesta revolucionaria y rendir tributo al legado inmortal del comandante Chávez. Este museo alberga una rica colección de objetos, documentos y fotografías que narran los detalles de la rebelión y la vida del líder bolivariano, destacando su lucha incansable por una patria libre y justa.
Entre sus exhibiciones, sobresalen las réplicas de los uniformes militares utilizados en la insurrección, las cartas escritas por Chávez desde la prisión, y los discursos que inspiraron a generaciones enteras de luchadores. El museo no solo es un espacio de reflexión histórica, sino un lugar donde las nuevas generaciones pueden conocer el sacrificio y el coraje de aquellos que dieron su vida por un mundo mejor. A las 4:15 de la tarde, desde lo más alto del Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos del comandante Chávez, suenan los cañones como tributo al comandante supremo de la Revolución Bolivariana. ¡Viva Venezuela! ¡Viva Chávez! Gritan soldados, oficiales y visitantes que llegan a la cima de la montaña del 4F, reafirmando que, más allá de un «por ahora», la lucha por la verdadera libertad y la justicia social en Venezuela es y será para siempre.